Después de la resaca de las celebraciones (que un Mundial es algo muy grande), llega el momento de hacer balance.
El primer palo sirvió para abrirnos los ojos y cómo sirvió, de ahí a la final, jugando mejor cada partido, superando con FÚTBOL el rácano y sucio juego de algunas selecciones (salvo Alemania). Así, cada día que pasaba la gente se unía más, sólo tenías que andar por la calle para ver banderas españolas en muchos balcones, cómo se vaciaban las calles los días de partido y cómo la gente vestía orgullosa cualquier camiseta de color rojo (la oficial de la selección son 70 pavos).
En cada fase los sentimientos formaron una unión conjunta, esos sentimientos que te traicionan varias veces en cada partido, ese sentimiento que hace que te vayas a Madrid dejando aquí a tus amigos, porque estará grabado en nuestra memoria con quién y dónde estuviste cuando España ganó su primer Mundial de Fútbol.
En mi caso, creo que elegí bien, aunque muchos me lo desaconsejaron; una oportunidad como esa no se te aparece todos los días y valoras los pros y los contras, pero en este caso ninguno ganó. Ese sentimiento de estar lejos pero a la vez cerca, el teléfono ayuda, pero no es lo mismo. En cada paso por Madrid me acordaba de ellos, de lo que habrían sufrido y de cómo lo estarían celebrando; Madrid es grande y ese sentimiento de soledad se percibe, aunque a tu alrededor hayan 500.000 personas.
Desde el domingo y hasta el martes, no ha habido crisis, ni subida del IVA, ni una alta tasa de paro; pero desde hoy volveremos a la realidad. Esperemos que este acontecimiento sea bueno para la marca España y a partir de este mes, quién sabe, se empieza a notar una pequeña mejoría económica y social en el país. Escrito queda!
PD: Hace poco más de 1 año que te fuiste, y quién nos iba a decir que la selección de fútbol ganaría un mundial, y vaya selección!!
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